A veces las palabras se esconden entre libros de hojas amarillentas (por eso las hojas de otoño me recuerdan los cuadernos olvidados). El viento y el tiempo intentan acallarlas en lo más profundo de nuestros recuerdos en un baile que se las va llevando por un camino de piedra. Pero cuando las palabras valen la pena, gritan por encima de nuestros ojos y nos sorprenden entre las solapas de una biblioteca empolvada. Caen de golpe. Insisto… las casualidades no existen, y el tiempo y el azar saben cómo mostrarnos el camino. ¿Sabes de dónde viene la palabra azar?… porque yo no, y quiero saber. Es un Sueño para los que esperan para los que buscan y encuentran, para los que creen en él. Una utopía para los que quieren, para los que dudan, para los que temen, para los que creen que al final de un túnel no hay más...
No necesitas más que una esquina (un pedacito de cemento en el que te sintás seguro). Si está cerca a una calle poco transitable mucho mejor, porque así podes sacar tus tizas de colores y pintar todo lo que querés decir. Esa esquina te la doy yo en esta pared virtual… ¡es toda tuya! entonces rayala sin pena. Recordá que debes elegir el color de tu tiza, más adelante hablaremos sobre los colores, bueno no sobre todos los colores, pero sí sobre el mío específicamente. Ya después vos me dirás con que color vas a rayar vos y nos vamos entendiendo en este pequeño juego. Necesitás además un trocito de imaginación metido entre las pupilas, porque si no lo tenés, creo que no podes acceder a este mundo de fantasías que ahora te presento. También una pequeña dosis de sensatez, mucho de humanidad, un cuarto de literatura leída y una...